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Las conservas de frutas funcionan maravillosamente para glasear ciertas carnes y pescados, y el albaricoque es uno de los mejores para el pollo. Sirva sobre arroz blanco.
3 cucharadas de conservas de albaricoque
1 cucharadita de pasta de jengibre fresca (como Gourmet Garden?)
1/2 cucharadita de romero fresco picado
2 (8 onzas) de pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
1 cucharadita de aceite vegetal
sal y pimienta negra molida al gusto
Paso 1:
Mezcle las conservas de albaricoque, la pasta de jengibre y el romero en un tazón pequeño. Microondas durante unos 20 segundos para que las conservas sean más fáciles de untar.
Paso 2:
Golpee las pechugas de pollo hasta lograr un grosor uniforme y séquelas con una toalla de papel. Frote con aceite y sazone con sal y pimienta.
Paso 3:
Precaliente la freidora a 200 grados C (400 grados F). Rocíe la canasta con aceite en aerosol y agregue las pechugas de pollo en una sola capa.
Paso 4:
Freír al aire durante 4 minutos. Voltee y gire la posición de las pechugas de pollo. Cepille con la mezcla de albaricoque. Regrese la canasta a la freidora y cocine hasta que el pollo ya no esté rosado en el centro y los jugos salgan claros, de 8 a 12 minutos. Un termómetro de lectura instantánea insertado en el centro debe leer al menos 165 grados F (74 grados C).
Paso 5:
Transfiera el pollo a un plato, cúbralo sin apretar con papel de aluminio y deje reposar durante 5 minutos. Corta las pechugas de pollo en rodajas y sírvelas.
Por porción:
177 calorías; proteína 23,8 g 48% DV; carbohidratos 10,6 g 3% DV; grasa 4g 6% DV; colesterol 64,6 mg 22% DV; sodio 101,5 mg 4% DV. Nutrición completa