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La más simple pero una de las mejores sopas que he probado hasta ahora. Una versión simplificada de la sopa de pepino de mi madre. No necesita sal, pimienta ni condimentos, solo un buen caldo de verduras. Me gusta acompañarlo con una buena rebanada de pan tostado y un buen queso.
1 cucharada de mantequilla o más al gusto
1 cucharada de aceite de oliva
1 cebolla amarilla pequeña, picada
1 diente de ajo grande, picado
2 pepinos ingleses grandes, pelados y en rodajas finas
2 calabacines pequeños, pelados y en rodajas finas
3 tazas de caldo de verduras
Paso 1:
Derrita la mantequilla con el aceite en una cacerola grande a fuego medio-alto. Cocine y revuelva la cebolla y el ajo en la mezcla de mantequilla hasta que estén tiernos, de 3 a 5 minutos. Agrega rodajas de pepino y calabacín; cocine y revuelva hasta que se ablanden, de 2 a 3 minutos. Vierta el caldo de verduras sobre la mezcla; deje hervir, reduzca el fuego a medio-bajo y deje hervir a fuego lento hasta que las verduras estén bien cocidas, de 20 a 25 minutos. Retirar del fuego y enfriar unos minutos.
Paso 2:
Vierta la sopa en una licuadora hasta la mitad. Cubra y mantenga la tapa en su lugar con una toalla; pulsa unas cuantas veces antes de dejar actuar. Haga puré en tandas hasta que quede suave.
Por porción:
150,5 calorías; proteína 3,4 g 7% DV; carbohidratos 15 g 5% DV; grasa 9,3 g 14% DV; colesterol 10,2 mg 3% DV; sodio 500,2 mg 20% DV. Nutrición completa