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¿Alguna vez se preguntó cómo cocinar la cola de langosta directamente en la estufa? ¡No te preguntes más con nuestra receta de colas de langosta chamuscadas con mantequilla! Con un toque de limón, ajo, mantequilla y aceite, estás a minutos de conseguir unas colas de langosta chamuscadas perfectas, jugosas y sabrosas.
Descongele las colas de langosta, si están congeladas, en una olla con agua fría durante 30 minutos o más, hasta que estén completamente descongeladas. Enjuague y seque con toallas de papel.
Con unas tijeras de cocina afiladas, corte la cáscara superior por el centro de la espalda hasta el final de la cola, dejando intacto el abanico de la cola. Quite los fragmentos de vena o concha, si los hubiera. Pasa el dedo entre la carne y el caparazón para aflojarlo. Extienda la carne ligeramente abierta. Tire y levante la carne de la langosta de la parte inferior del caparazón, teniendo cuidado de no sacar la cola por completo.
Sazone las colas de langosta generosamente con sal y pimienta.
Caliente 2 cucharadas de mantequilla y aceite en una sartén o sartén a fuego medio-alto. Agregue 1 cucharada de jugo de limón y dore la langosta, con la carne hacia abajo en la sartén, durante 2 minutos hasta que los bordes estén crujientes y dorados.
Voltee todas las colas, cubra la sartén y deje cocinar durante 1-2 minutos más, o hasta que las conchas estén rosadas y la carne se haya cocinado (opaca), ¡tenga cuidado de no cocinar demasiado! (CONSEJO: Si las conchas no han cambiado por completo de color, simplemente use pinzas para girar la langosta en los jugos de la sartén caliente hasta que las conchas hayan cambiado de color).
Derrita la mantequilla restante en el centro de la sartén; saltee el ajo hasta que esté fragante (aproximadamente 1 minuto). Exprima el jugo de limón restante y vierta los jugos de la sartén sobre la carne de langosta.
Retirar del fuego inmediatamente y decorar con perejil Servir con el resto de la salsa sartén y rodajas de limón.