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Pechugas de pollo con salsa de vino blanco y mostaza de Dijon, cubiertas con pan rallado y horneadas a la perfección, ¡con la piel puesta! ¡El estilo y los sabores franceses hacen que este plato sea simplemente "magnífico"!
Precaliente el horno a 350 grados F (175 grados C).
Sazone el pollo con sal. En una sartén o cacerola pequeña, saltee la mantequilla, el ajo, la mostaza y el vino durante 3 a 4 minutos a fuego medio bajo; unte la mezcla sobre el pollo.
Coloque el pan rallado en un plato o tazón poco profundo y reboce el pollo en las migas, dejando la piel. Coloque los trozos de pollo rebozados en una fuente para hornear de 9x13 pulgadas ligeramente engrasada.
Hornee a 350 grados F (175 grados C) durante 1 hora o hasta que el pollo esté bien cocido y los jugos salgan claros.