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Pasteles de queso personales cubiertos con ganache decadente y una hermosa fresa. Esta es una presentación deliciosa y hermosa que es fácil de preparar y seguro que impresionará.
Precaliente el horno a 325 grados F (165 grados C). Forre 18 moldes para muffins con capacillos de papel.
Coloque las galletas integrales en una bolsa de plástico con cierre hermético y tritúrelas hasta obtener migas finas con un rodillo. Vierta en un tazón. Agrega la mantequilla y el azúcar moreno; mezcle hasta que la mezcla parezca arena mojada. Coloque 1 cucharada en el fondo de cada revestimiento de papel. Presione firmemente para formar las costras.
Hornee en el horno precalentado hasta que estén ligeramente dorados en los bordes, de 8 a 10 minutos. Retire del horno y deje enfriar.
Mientras tanto, bata el queso crema y el azúcar glas hasta que estén bien mezclados. Raspe los lados del tazón y agregue los huevos, uno a la vez. Raspe los lados del tazón y agregue la crema agria y el extracto de vainilla. Divida la mezcla uniformemente sobre las 18 costras.
Hornee en el horno precalentado hasta que la parte superior se vea seca y los centros se muevan ligeramente, aproximadamente 15 minutos. Enfríe hasta que esté firme, de 2 horas a toda la noche.
Caliente la crema en el microondas hasta que comience a hervir, aproximadamente 1 minuto. Agregue las chispas de chocolate y deje reposar hasta que se ablanden, aproximadamente 1 minuto. Batir hasta que el chocolate se derrita y el ganache esté brillante.
Vierta ganache de chocolate sobre cada cheesecake y coloque una fresa entera encima.