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Este es un bistec sabroso con la ligera dulzura de las cebollas caramelizadas y la terrosidad del aceite de trufa. Serviría esto con un poco de puré de queso de cabra y una buena verdura verde. ¡Esta receta podría ser para 2, tú y tu amor! Un buen Cabernet combinaría bien, pero me gustan tantos que es difícil elegir. Salud.
Precaliente el horno a 350 grados F (175 grados C).
Caliente 2 cucharadas de aceite en una cacerola a fuego medio-alto. Agrega las cebollas; cocine, revolviendo ocasionalmente, hasta que las cebollas estén oscuras y suaves, aproximadamente 25 minutos.
Mezcle la mantequilla, la chalota y el aceite de trufa en un tazón hasta que se mezclen. Refrigere hasta que cuaje, unos 10 minutos.
Precaliente una sartén apta para horno a fuego medio-alto. Vierta las 2 cucharadas de aceite restantes. Sazone los bistecs con sal y pimienta por ambos lados. Cocine los filetes hasta que estén dorados, aproximadamente 2 minutos por lado. Cubra con papel de aluminio.
Transfiera la sartén al horno precalentado y hornee hasta que los filetes estén de color rosa rojizo y jugosos en el centro, de 4 a 6 minutos. Un termómetro de lectura instantánea insertado en el centro debe indicar 130 grados F (54 grados C). Dejar reposar en la sartén, tapado, unos 5 minutos.
Rebane los filetes y transfiéralos a platos para servir. Cubra con las cebollas; Cubra con una rodaja de mantequilla de trufa.