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Simple pero elegante, ¿a quién no le encantan las fresas cubiertas de chocolate con infusión de alcohol? Fáciles de hacer pedazos del cielo del tamaño de un bocado, ¡son un postre dulce y perfectamente elegante!
Cubra una bandeja de hojas con pergamino o papel encerado. Dejar de lado.
Coloque las fresas en un tazón grande. Cubra completamente con vodka (agregue más si es necesario). Refrigere durante al menos 1 hora, o hasta 5 horas si el tiempo lo permite.
Escurre las fresas, reserva el vodka para uso futuro. Seque bien las fresas con una toalla de papel. (El chocolate no se pegará si las fresas no se secan bien).
En un recipiente apto para microondas, combine el chocolate semidulce, el chocolate con leche y el aceite de coco. Microondas en intervalos de 30 segundos, revolviendo entre medias, hasta que se derrita por completo.
Perfore el extremo del tallo de una fresa con un tenedor y sumerja la fresa en el chocolate derretido. Levante la fresa justo por encima del tazón y gírela un par de veces para que el exceso de chocolate se escurra. Coloque la fresa en una sartén forrada y repita con las fresas restantes. Enfríe hasta que el chocolate cuaje, unos 15-30 minutos.
Para rociar la fresa con chocolate blanco para obtener un efecto: Derrita el chocolate blanco siguiendo las mismas instrucciones que las anteriores. Sumerja la punta de un tenedor en el chocolate y rocíe en forma de zig-zag sobre las fresas sumergidas. Deje reposar en el frigorífico durante 30 minutos más o hasta que cuaje.