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Son un gran ahorro de tiempo al planificar una cena o una reunión informal. El cremoso queso de cabra y las espinacas son un gran complemento el uno para el otro y las copas de crocantes ofrecen un crujido satisfactorio. Espero que puedas disfrutar de esta receta tanto como yo lo hago, si no tienes queso de cabra podrías reemplazarlo por requeson Estas tazas fáciles de aperitivo de espinacas y queso de cabra se mezclan en minutos para que puedas sentarte y disfrutar del tiempo con tus invitados.
5 onzas de queso de cabra
2 huevos cada uno, batidos
1/4 taza de queso parmesano-reggiano finamente rallado
1 caja (10 onzas) de espinacas picadas congeladas, descongeladas y escurridas
1 pizca de sal y pimienta negra molida al gusto
2 paquetes (1.9 onzas) de tazas filo miniatura congeladas (como las de Athen)
Paso 1:
Precaliente el horno a 350 grados F (175 grados C).
Paso 2:
Combine el queso de cabra, los huevos y el queso Parmigiano-Reggiano en un tazón mediano con una cuchara o tenedor. Agregue las espinacas y sazone con sal y pimienta.
Paso 3:
Espacie las copas de hojaldre de manera uniforme en una bandeja para hornear sin engrasar. Coloque 1 cucharadita colmada de la mezcla de queso en cada taza, presionando un poco para que encaje; la mezcla no se expandirá durante la cocción.
Paso 4:
Hornee en el horno precalentado hasta que el relleno esté caliente y las copas de hojaldre estén ligeramente doradas, de 10 a 12 minutos. Servir tibio.
Por porción:
47,2 calorías; 2,4 g de proteína; 2,8 g de carbohidratos; 15,2 mg de colesterol; 59.8 mg de sodio. Nutrición completa