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¡Todos los sabores de la tarta de fresas, en forma de cupcake! Se puede hacer aún más fácil preparándolo el día antes de una fiesta. Los cupcakes finales ensamblados se pueden guardar en el refrigerador hasta una hora antes de servir.
Precaliente el horno a 350 grados F (175 grados C). Engrase 12 moldes para muffins o cúbralos con papel.
Bate la mezcla para pastel, el agua, los huevos y el aceite en un tazón usando una batidora eléctrica a velocidad baja durante 30 segundos; aumente la velocidad a media y bata hasta que la masa esté suave, aproximadamente 2 minutos más. Vierta la masa en los moldes para muffins preparados.
Hornea en el horno precalentado hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio, de 12 a 17 minutos. Enfríe los cupcakes en la lata durante 5 minutos.
Revuelva la mermelada de fresa en un bol hasta que tenga una textura suave y untable. Unte una fina capa de mermelada sobre cada cupcake. Refrigere los cupcakes hasta que la mermelada se haya asentado en el pastel, de 3 horas a toda la noche.
Mezcle las fresas, el azúcar blanca y el jugo de limón en un tazón hasta que estén bien combinados; refrigere hasta que las fresas se rompan un poco, al menos 3 horas.
Batir la nata, el azúcar glass y el extracto de vainilla en un bol con una batidora eléctrica hasta que se formen picos suaves y la nata montada esté ligera y esponjosa.
Cubra cada cupcake con 3 o 4 rodajas de fresa y aproximadamente 2 cucharadas de crema batida.