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Una salsa alfredo cremosa y más saludable hecha con calabaza en lugar de harina, con tiernos trozos de pechuga de pollo y brócoli. Perfecto con cualquier pasta. Weight Watchers: 11pp por servicio
Hierva la pasta en una olla grande con agua con sal según las instrucciones del paquete, hasta que esté al dente. Reserva 1 taza de agua para uso posterior.
Caliente una sartén grande a fuego medio y agregue la mantequilla. Tan pronto como comience a freír y chisporrotear, agregue la cebolla y cocine hasta que esté transparente. Agregue el ajo y fríalo hasta que el ajo se vuelva fragante (aproximadamente un minuto). Agrega el pollo y revuélvelo con la cebolla y el ajo. Cocine hasta que el pollo cambie de color. Agregue la calabaza y la leche, revolviendo continuamente hasta que se combine y comience a hervir y espesar. Agrega el brócoli y el queso parmesano, el caldo en polvo y la sal. Mezcle bien y cocine hasta que el pollo esté bien cocido y el brócoli esté cocido a su gusto. Vierta el agua de la pasta reservada en la sartén en incrementos de 1/4 de taza, revolviendo entre cada adición, hasta que obtenga la consistencia que desea. (Si lo necesita también, agregue un poco de leche extra para una salsa más fina).
Revuelva suavemente la pasta con la salsa y sírvala con queso parmesano extra.